lunes, 2 de julio de 2012

Y el Karma…

Todos, en mayor o menor medida, hemos sido unos hijos de puta, evidentemente el Karma se ha encargado de devolvérnoslo, cuando menos lo esperamos y de la forma más creativa y culera posible. Hoy voy a hablar de las relaciones sentimentales (ya ven que no me encanta), y es que no hay que ser, me ha tocado cada cosa, que “sangre de panteón”. Lo que es un hecho es que por lo menos en el amor “karma is a bitch”.
Todas las teorías que tengo en ese tema son basadas en mi experiencia y en una de mis mejores amigas, la cual me dio una opinión muy interesante sobre el tema, dijo algo como: “neta estoy convencida que después de todo lo que viví con $”&!=/& (nombre del susodicho) , después de tooooodo el dolor que él dejó, el karma me viene debiendo. Después de que dijo lo anterior me quede pensando ¿el karma viene en alguna presentación como cupones y son canjeables? O sea, si ya sufriste mucho puedes utilizar tus vales de karma? Será verdad, ¿acaso existen unos "Karma/Darma tokens" intercambiables?
Por ejemplo, si en mi relación pasada fui muy infeliz, entonces… ¿puedo ocupar mis karma cupones y andar con un casado? Claro, porque como ya me fue fatal entonces me puedo portar peor sin que se me cobre.

Según lo que yo entiendo, en el mundo del karma las cosas funcionan de la siguiente manera (si estoy equivocada desmiéntanme): si andas con un casado, cuando te cases lo más probable es que haya alguien igual que tu dispuesta a meterse con tu marido.

A mucha gente le gustaría pensar que si un wey te trato muy mal entonces la siguiente novia que tenga el patán, poco hombre, lo va a hacer pedazos, pero ¿a mí eso qué? A mí me interesan mil veces ser feliz que ver a alguien más sufrir. O sea si el Karma pidiera mi opinión le diría que prefiero mil veces conocer a alguien mejor, alto, de ojitos verdes y sonrisa perfecta que ver como un ex se retuerce del dolor, al final por mucho que alguien te haya roto el corazón, no hay mejor compensación que estar con alguien que otra vez te haga suspirar… y nada, ahí me quedé.


1 comentario: