jueves, 7 de julio de 2011

Y las mascotas…

Es muy bonito llegar a tu casa y que te reciba en la puerta una cosita pequeñita que te ha estado esperando todo el día y no, no hablo de un novio, como la buena solterona que soy hablo de una mascota, por ejemplo yo tengo un gatito, es pequeño, rubio con ojos azules, una cabecita que cabe en mi mano, un pelito muy suave  y es un hijo de puta… Te acercas, maulla, pone la carita más linda que tiene y justo cuando te lo quieres comer y te acercas a acariciarlo suelta un zarpazo, una mordida y te deja como dejo el marido a la pobre de Rihana, todo bien con mi gatito es pequeño, apenas tiene 4 meses y según la gente se le pasara cuando sea más grande, siento que es un poco mi culpa que sea agresivo por ponerle ninja de nombre, tal vez si le hubiera puesto mielecita seria tierno y perfecto.


Me sentí muy tranquila con mi mascota el día que me contaron la siguiente historia: a una amiga de mi hermana le pareció buen detalle comprarse una Boa de mascota, obvio, típico que te compras un viboron de mascota de esos que saca Britney en sus shows.


La chica  compro a su mascota, dormía con ella, giraban al son de una agradable cancion y era todo muy amoroso. Un día la roomie de esta chica entro a su cuarto en la noche  y le pareció extraño que la boa se dormía completamente estirada junto a la chica, no le preocupo. Pasaron un par de semanas y la Boa ya no comía, la chica y su roomie preocupadas la llevaron al veterinario; el veterinario pregunto si habían notado algo raro en el comportamiento del animal,  la roomie le comentó que había entrado varias veces en la noche y se encontraba a la víbora  completamente estirada junto a su amiga, el veterinario se asusto y le dijo que inmediatamente donara a la boa porque si había dejado de comer y se acostaba estirada junto a ella era porque la estaba midiendo esperando tener su altura para comérsela… (adjunte una foto con la dramatización).
 

Esta historia evidentemente me agobio muchísimo, de ese día le pido a mi roomie que se fije si mi gatito duerme estirado junto a mi… y nada, ahí me quedé… 

 

3 comentarios:

  1. jajajaja qué miedo que te quiera comer tu mascota... No creo que Ninja lo logre porque usted es harto alta, esperemos que se le pase...

    Yo te puedo presumir que el otro día Charro se comió una carnaza en mi cama y dejó su tiradero, le hablé y le dije me limpias todo esto... ¡Y lo hizo!... Cada dia amo más a mi perro... Envídiame...

    ResponderEliminar
  2. La foto de la "dramatización" fue lo mejor.

    ResponderEliminar
  3. Nombre, se la bañan!! Estas cosas no pasan en Monterrey!! Acá no andamos con cosas raras de que víboras y no sé que!

    ResponderEliminar