lunes, 21 de febrero de 2011

Y las cosas que solo me pasan a mí…


Últimamente en mi vida hay muchos cambios, la mayoría son cosas muy buenas, así que no me quejo. Con el robo de la casa y sin pantalla de televisión prácticamente no tengo nada que hacer en mi departamento, entonces intento regresar muy tarde para llegar solamente a dormir y ya, por supuesto que para regresar tarde se necesitan dos cosas: 1.- amigos y 2.- tener a donde ir.
Ahora los miércoles vamos a un lugar que se llama Rhosesia, es un bar en la roma donde ponen música electrónica, hay unos chupesitos muy coquetos en los que mezclan un montón de cosas y lo más importante gente con ondita. El miércoles pasado fui con mis amigos a ese lugar, escane como de costumbre y por un momento me espante al ver que había un niño igualito al wey con el que estaba saliendo y encloqueció, claro que pensé que me estaba alucinando y estaba empezando a verlo por todos lados así que no hice caso a la situación, hasta que todos mis amigos uno por uno y por separado me dijeron que “el de gorrita” era idéntico al enloquecido, eso sí, estaba un grado más guapo y otro más finito, si era una grado menos demente entonces valdría la pena. Nunca he sido muy buena para ligar pero tengo la suerte de parecerle interesante a quien me gusta en algún lugar.
Intercambiamos miraditas y alguna sonrisa,  cuando fui al baño me siguió para por fin preguntarme mi nombre, era de verdad impactante el parecido. Me invito a su mesa (que era la única que había en el lugar y parecía más bien un buro) platicamos un rato para investigar que era actor de tv azteca y también tenía 20 años, cosa que se notaba inmediatamente cruzando un par de palabras. ¡20 años!  ¿Pero yo que hago con un niño de 20 años? A lo que él respondió. No te imaginas todo lo que un niño de 20 años te puede hacer, y si, me sonrojo, pero resulta que a mi todos los chamacos me salen muy vivos. Después de mucho platicar y mis amigos muy drogados por algún rincón decidí irme al “after” con el mini demente, aburriderrimo, son las cosas que hago solo por forever, resulta que el pequeño después de presentarme como su novia con sus amiguitos y platicarme de su “carrera” ya no tenía nada de chiste. Me llevo a mi casa, claro, insistiendo en quedarse y enseñarme las mañas propias de un 20 añero pero la verdad no estaba para nada interesada en despertarme y verlo ahí, así que me despedí prometiéndole verlo en otra ocasión y lo único que gane con eso es que mis amigos me molesten diciendo que seguramente a la próxima encontrare al wey que se parece al otro wey en las maquinitas de la esquina, solo que este va a tener 15 años. Y nada ahí me quede…

martes, 15 de febrero de 2011

Y los weyes que atentan contra tu inteligencia…


Las anécdotas que voy a relatar a continuación son de esas cosas que pasan, que no entiendes en qué momento se les ocurrió y que definitivamente no funcionan, así que por ningún motivo las tomen de ejemplo de vida. Con estas anécdotas lejos de parecer sexista quiero compartirlas, seguro yo he aplicado cosas horribles, pero como esto no es un foro de opinión y es mi blog mejor les cuento 3 de las cosas que me han aplicado.

La primera que se me viene a la mente paso un lunes cualquiera en Zydeco, en esa época yo iba religiosamente los lunes porque todo el chupe esta al 50%, por esos días me estaba dando mis besos con un niño (si leyeron bien solo eran besos nada de compromisos) justo ese lunes mis amigos no podían ir por las religiosas cervezas del lunes, entonces yo no pensaba ir, hasta que me hablo el niño este diciéndome que fuéramos juntos, total quedamos en que lo vería a la entrada a las 9, gracias al Ángel de la Independencia que siempre me protege, en ese momento me encontré a otros amigos y cuando volteo lo veo llegar con una chica de la mano, les voy a ser honesta, no sentí feo pero me dio mucha risa el descaro del espécimen, si tenía pensado ir con alguien más ¿como para que me llama y me invita? Pero no solo eso, se sentó en nuestra mesa enjaretándome a la mi reina, no, es que ¡no hay pudor me cae!

Esta es una de mis favoritas, salía con uno del trabajo, el acababa de cortar con su novia (según él ya la había olvidado). Un día al salir de un antro en el cumpleaños de una amiga nos besamos, normal, nada del otro mundo. Al día siguiente, me dijo que le había gustado mucho pero que estaba nervioso porque él creía que lo había visto su ex o alguno de sus amigos besándonos, solo como contexto la ex estaba fuera del país y muy muy lejos y ella y todos sus amigos vivían por el estadio Azteca, sabes que alguien lo hace mal cuando cree que la ex y los amigos son de la AFI. Ese mismo me aplico una legendaria, al poco tiempo hablé con él para decirle que ya no lo quería ver, según yo lo tomo muy bien, hasta que recibí el siguiente mensaje de texto al día siguiente: hola preciosa, paso por ti en una hora y hacemos lo que tú quieras, obviamente no le conteste hasta que 10 minutos después recibo otro que decía: perdón, el mensaje no era para ti. ¿QUÉ LE DICEN? Si, lo mismo que yo le dije; que penosa tu situación.

Y el ultimo que les voy a relatar el día de hoy (hay muchísimos, tendré que hacer una segunda parte). Salí a una fiesta con un chico que me gustaba mucho, ya habíamos salido un par de veces, había un coqueteo descarado y cuando al fin nos quedamos solos en la fiesta nos acercamos para besarnos y me dice --- ¿me vas a besar aquí frente a todos? --- claro que no, pensaba pagarte una cena, un viaje a la playa y un masaje heroico…¡ Pues Claro Que Te Iba A Besar Delante De Todos Es Una Fiesta! Lo mejor fue la explicación posterior, una niña (que yo había visto una vez por casualidad, no era del círculo de amigos, no había forma de relacionarla) estaba enamorada de él y ella me conocía, el no sentía nada por ella, pero me conocía. Si, lo que están pensando ahorita yo también lo pensé, es mas lo sigo pensando.

Si alguien entiende cualquier tipo de comportamiento relatado anteriormente por favor explíquenme en que podrían estar pensando cuando me la aplicaron. … y nada, ahí me quedé.

jueves, 10 de febrero de 2011

Y los fracasos…

La semana pasada fui a ver la nombradísima película Black Swan, mas por morbo que por ganas, tenía que ver porque la gente habla tanto de ella y me pareció una película buena, pero no me gusto nada, no la critico, solo no la volvería a ver. Me parece bien merecida la nominación al Oscar que le dan a Natalie Portman ya que no parece tarea fácil estar absolutamente toda la película con la misma cara de compungida y amargada.

Lo único que me provoco la película fue recordar cuando era pequeña y mi tío quien era un reconocido crítico de danza se esmeraba para que mi hermana y yo fuéramos bailarinas. Yo comencé a tomar clases, porque creo que el sueño de toda niña pequeña es aprender ballet y aunque me gusta mucho el baile soy particularmente mala en ballet, aun así “neceando” como siempre, tome clases de ballet; fue de verdad horrible, mi maestra, una señora ya mayor muy malhumorada que todo quería resolver a “zapes”, para empezar me decía “Gaby” y se la pasaba gritando toda la clase diciendo ---Gabriela eso está mal hecho (seguido por un zape). La verdad es que nunca le dije que no me llamaba Gabriela por miedo ¿Qué tal que me agarra a zapes por contradecirla?. Así fue como desistí a mis clases de ballet y decidí entrar a jazz, porque según yo era una clase que no necesitaba de tanta técnica (tan tonta). Para empezar el profesor ya ni siquiera me decía Gaby, este me decía “tullida” y si se le ocurría ponerme a dar vueltas ya no solo era tullida, era una piñata girando en medio del salón, chocando con todo, era tan mala en jazz que mi mama, mi hermana y unas amigas iban cada que me tocaba clase para sentarse en la banquita que daba al salón y reírse de mí, diciéndome – perdón, es que eres muy chistosa ¿estoy mal o no tengo una buena madre?.

Lo intente todo, salsa, hip-hop, danza contemporánea y cuando estaba a punto de rendirme apareció la única cosa para la que tengo gracia: la danza árabe, nunca baile profesionalmente pero al menos la maestra me llamaba por mi nombre y de cuando en cuando me decía que lo hacía bien con un golpecito en el hombro… y nada ahí me quede.

jueves, 3 de febrero de 2011

Y el robo…

Vivir sola siempre ha tenido pros y contras y definitivamente vivir en una ciudad como el DF también, la semana pasada entraron a robar nuestro departamento y se llevaron muy pocas cosas mias, porque en realidad cosas de mucho valor no tengo. Después del susto y una puerta rota lo más estresante fue lo que siguió. Lo más natural es que viviendo con un hombre y por lo tanto siendo yo la “niña” y conforme a lo que la sociedad dicta, se esperaba que yo entrara en pánico y llorara y pataleara, pero no, al llegar me di cuenta que el que estaba en la histeria era mi roomie, quien quería irse en ese momento a vivir a otro lugar, ósea que al estrés del robo súmenle el estrés de donde y con quien vivir.

Tomamos la decisión de irnos a otro depa juntos pero había que buscarlo ya, así que la búsqueda es la parte que les quiero relatar porque es la que mas onda tiene.
Resulta que desde el suceso se desato una mecanica muy curiosa en el departamento y como mi roomie no ha entrado a trabajar tiene mucho tiempo libre para pensar todo lo que tenemos que hacer , que por el trabajo evidentemente no me da tiempo, entonces me manda mensajes todo el dia con cosas urgentes que me estresan, como; acuerdate que urge mañana ir a ver otro departamento o no se te olvide que urge que resanes la pared de tu cuarto y cositas asi. El sabado cuando fuimos a ver departamentos, mi roomie queria quedarse en cualquier departamente que veia, sin importar el estado del depa o el costo, habia uno que estaba literalmente de lado (saludos a C que siempre me regaña cuando ocupo esa palabra fuera de contexto) pero era como entrar a la cabaña del tio chueco de hecho, recuerdo a la casera presentar el depa de esta forma : bienvenidos a la casa del tio chueco donde los altos son chaparros , los gordos flacos los guapos feos y los feos… ¡a verdad! Era un cuchitril, grande a lo estupido, sin regaderas (algo muy importante) y caro, lo bueno es que estaba yo ahí e impedi que hicieran el trato para rentar la casa del tio chueco, la busqueda de departamentos siguio hasta que encontramos el que nos acomodo.

Esta semana, a dias del cambio antes del cambio mi roomie esta màs nervioso que nunca, ahora me manda mensajes para ver a que hora llego, me espera despierto, llegando me enseña las telas de las cortinas que fue a ver durante el dia para el departamento y pretty much es como mi esposa, cuando llego me pregunta:

--- ¿Dónde estabas?

--- con mis amigos chupando, ¿Cuál es tu pedo?

--- Es que me tenias preocupado, ademas, te estaba esperando para enseñarte las muestras de las telas de las cortinas que quiero poner en la sala...

---- ¿poooor?

En ese momento supe que me habia convertido en el hombre del matrimonio, que mi roomie por falta de trabajo estaba volviendose loco y una cosa esta muy clara, yo no voy a pagar para ponerle cortinas al departamento… y nada ahì me quedè.