viernes, 28 de enero de 2011

y el principio...

Hola a todos, les pesento el principio de nuesto Comic, quiero saber si les gusta y como le podrian a mi personaje... gracias


miércoles, 26 de enero de 2011

Y los forevers….

Después de 3 meses de vivir sola 3 meses todo va como debe de ir, la regadera sigue dando problemas, sigo sin prender el piloto cuando se apaga así tenga que bañarme con agua fría y aun no me vuelvo ninfómana, así que la llevo bastante bien.
Claro que después de tres meses empiezan a pasar cosas graciosas e incomodas, como el mes pasado que mi roomie tuvo fiesta en miércoles con sus amigos (que son conocidos míos también)  hasta el amanecer, cosa que a mí me tiene sin cuidado porque han de saber que duermo, cual señora, con unos tapones para los oídos que no me dejan escuchar ni lo que pienso y si, seré muy señora pero duermo como angelito desde que los tengo.
Siguiendo con el tema de los forevers.  el problema es que el sábado pasado cuando me encuentro a uno de los forevers en una peda, me empieza a contar que ese día que fueron a mi casa tocaron la puerta de mi cuarto para que me uniera a la peda (cosa que por supuesto no escuche), después hicieron volados para ver quien pasaba a ver como dormía y hacían simulacros de lo que iban a hacer si me despertaban. A las 8 de la mañana del día siguiente que me desperté  para ir a trabajar  y los forevers ahí seguían, obviamente ni los salude me bañe y me fui, después me entere por mi pacheco informante que al día siguiente (cuando yo ya estaba en el trabajo) se metieron a mi cuarto a oler mi cama… WTF?!?!?! Se que esto es verdad, porque sabían perfecto que  mi puerta de la recamara no se puede cerrar con seguro, fue cuando oficialmente me asuste, gracias a Dios no soy menor de edad y mi roomie no es amigo de Kalimba (es broma, yo sé que es inocente). El punto es que obviamente no es que crea que van a hacerme algo perverso,  pero es raro que entren a tu cuarto a lo que sea, ¿o estoy mal? … y nada ahí me quede.

lunes, 17 de enero de 2011

Las cosas que no haces bien…

Si algo he aprendido últimamente es que el cuerpo humano está compuesto principalmente de ego y la mayoría de la gente hace cosas increíbles por tenerlo bien arriba, desde vestirse bien hasta lastimar personas.
Pero para no echarle la bolita a las demás personas (como siempre) voy a hablar de mí. No sé si es por ser mujer, coqueta, sociable o todas las anteriores pero una persona puede pasar en 30 segundos de caerme pésimo a caerme moderadamente bien con tan solo elogiar algo de mi vestimenta, peinado o maquillaje. De la misma forma, como buena egocéntrica puedo reconocer con mucha facilidad a las personas que son fácilmente seducidas por un elogio así que, tengan en cuenta que un buen cumplido se puede convertir en la mejor arma.
Pero el tema del ego no queda solo ahí, el problema es cuando se apodera de las personas y olvidan todo lo que hay alrededor solo por tener la aceptación de cualquier persona nueva. Esto siempre acarrea un tema interesante cuando “una persona trata de más para agradar”. MI teoría es que si alguien tiene que modificar su comportamiento general más de un 20% para caer bien entonces está tratando de mas, si una persona tiene que modificar su forma de vestir para encajar en un grupo definitivamente está tratando de mas, si una persona tiene que escuchar música distinta para entrar en un grupo está tratando de más. El pedo es que si para entrar un grupo de personas tienes que modificar parte de tu personalidad no vale la pena, pero también entiendo que somos personas sociales y existe gente a la que le hace falta atención y su ego solo se llena con la aceptación de los demás.
El tema anterior se dé mucho en parejas, tengo millones de amigas y amigos que se vuelven metaleros por un wey o una vieja, se visten diferente, hablan diferente y juran que así han sido toda su vida, como si no los conocieras de años y supieras que antes escuchaban a Camila y luego de andar con el ese wey van a ver a Iron Maden… y nada ahí me quede.  

martes, 4 de enero de 2011

Y los castigos de primaria...

Todos pasamos alguna vez por la primaria, algunos con más dificultad que otros (como yo) y no lo digo por aquello de estudiar, si no por todo lo que hay que aguantar; todos los malos tratos. Por ejemplo yo iba a una escuela de monjas que además era de puras niñas, así que fui participe de las bromas, de muchas bromas y muchos castigos, como el famoso “córtalas” que era una forma de notificarle a la otra persona que ya no querías ser parte de su vida amistosa, esto suena ridículo y es inmaduro pero la gente lo sigue haciendo solo que sin notificación; resulta que dejarle de hablar a la gente con la que convives nunca ha dejado de ser popular. Ya no se dicen córtalas, pero sin más, dejan de hablarte. Me parece la forma más inmadura de decirle al mundo que estás enojado. Se supone que ya pasamos de la primaria y que en muchos años aprendimos a comunicarnos y expresar las cosas que nos molestan.
En mi casa se acostumbra muchísimo eso, mis papás no se hablan desde hace tres meses y mi papa no me habla tampoco y a todos en la familia nos parece normal, si alguien  se preguntaba porque soy berrinchuda y dramática la culpa la tienen ellos. 

Los seres humanos presumimos toda nuestra vida de tomar día a día decisiones más sabias y maduras,  pero parece que la reacción a los problemas es peor conforme crecemos. Ayer en el súper, una señora como de 45 estaba peleando con su marido por sacar un litro de leche del carrito y le decía: ----- un litro de leche no te hace más pobre, ayer que fuimos a Wallmart yo pague todo. El punto es que el señor termino pidiendo disculpas y regresando la leche al carrito (para mí ahí podía terminar la bronca), la señora le dijo ---- no, ni la traigas yo no me voy a tomar ese litro de leche y se va a echar a perder. ¿Por qué hace eso? ¿qué gana? Si el pobre ya volvió a meter la estúpida leche ¿Cuál es el conflicto ahora?

Lo que hago yo es aceptar mi error con una ofrenda de paz, un abrazo, un dulce, lo que sea, si eso no funciona por lo menos sé que las cosas no quedaron en mí… y nada, ahí me quedé.